miércoles, 30 de enero de 2013

Reformas

Parece que te fuiste…

Solo un último favor, cierra bien la puerta cuando salgas. Echa candado y tira la llave, tan lejos como puedas, que te sea imposible volver a encontrarla, te aviso desde ahorita que no podrás entrar nuevamente.

Esto no es un hotel donde puedas ir y venir las veces que te plazca, este, es un lugar tranquilo…y tu habitación ya la están limpiando… para que el próximo que llegue, la encuentre como la encontraste tú, fresca y limpia, con un aire relajado…y luz, mucha luz…

Ya hay gente en la lista de espera, sin embargo, todavía me reservo el derecho de admisión, sabes que no entra cualquiera...

Estoy pensando seriamente en hacer modificaciones…quizás una que otra reforma a la alcoba. Terminaré por cerrar las ventanas en donde se cuelen recuerdos, y las grietas que están en la pared, intentaré taparlas.

Si por algún motivo no se esconden, las derribaré y haré unas nuevas, de tal forma que no quede nada….
Lo que sí, definitivamente, esta vez, pondré cámaras de seguridad…. Así estaré alerta, por si algún intruso intenta entrar a hacerme daño…tendré a la mano el número de la policía y por si las dudas, he pensado también en comprar un perro…

Quizás mi error más grande, ha sido dejar pasar a la gente, pensando en que cuidarían de mis muebles, como yo he cuidado de los suyos cuando llego a una nueva casa, pero ya lo dice mi madre:
 -no a todos nos educaron de la misma forma-, y hay a quienes no les importa romper lo que no es de su propiedad...

La fachada la dejaré igual, me gusta, y creo que a los demás también. Tiene buenos cimientos y los acabados son finos. Sé que a primera vista parecen frágiles, pero después de todo lo que han aguantado, definitivamente, están bien hechos…

Terminaré por decirte…que ha sido un placer tenerte en casa…finalmente no has sido un mal huésped, tu estancia ha sido grata y la convivencia bastante amena. Es solo la dueña que es muy exigente consigo misma y un tanto indecisa. Siempre busca crecer personalmente, y en esos intentos por lograr lo que se propone, suele salir de casa...

Estoy segura de que cuando llegue el momento, ella misma buscará asentarse...

No te preocupes por las cosas que dejaste, te confieso que me quedaré con algunas, las que más me gusten… Las demás se irán a la basura, ni siquiera te molestes en venir a buscarlas, no hay nadie.

De momento la casa estará deshabitada, hasta que nuevamente se encuentre en condiciones de recibir a alguien. Las remodelaciones seguirán su curso, y cuando esté habitable se abrirán las puertas y estará tan confortable que seguramente el que llegue no querrá irse nunca....como alguna vez tampoco tu tampoco quisiste.

miércoles, 16 de enero de 2013

Aprendíz...

Vamos aprendiendo a quedarnos más callados, no necesito tu palabra, ni tu promesa, ni tu mañana…Básicamente porque ya lo he oído muchas veces antes.

¿Y sabes? Suele ser todo mentira, me mintió él, ellos…seguramente lo harás tú…

No pasa nada, no quiero un para siempre, no quiero esa mirada que parece verdadera y al final no dice nada.

Vamos aprendiendo a quedarnos más callados...
A estas alturas del juego me resulta preferible, porque me han dicho tantas cosas, que se vuelven sin sentido.

No quiero que prometas, tampoco prometeré nada…que salga lo que salga y ya veremos lo que pasa.

Vamos aprendiendo a que pase lo pasado…a vivir como podamos, a dejar  cualquier excusas, sin motivo y sin reclamos.

Y si aún con todo, esto seguimos juntos de la mano, tal vez ese sea el momento, el momento de asentarnos.



Me bajaré de mis tacones...

Me bajaré de mis tacones, no es que sea para siempre,  es que estoy algo cansada.

Me he dado cuenta últimamente, que camino muy deprisa, que no mido bien mis pasos y ya no alzo la mirada.

Me bajaré de mis tacones, voy a darles un respiro.
Sé que no va con mi imagen, que no pega con mi estilo.
Quizás me veas más bajita, es normal a ras del piso. Intentaré mostrarme firme y sonreír a pasos fijos.

Tal vez mi andar no sea el mismo, tal vez no sea tan femenino, pero mis pies harán los suyo y descansaré mientras camino.

Me bajaré de mis tacones, porque mis pies me lo han pedido…
No sé cuándo vuelva a usarlos, no lo tengo definido.
Tómame bien de la mano, que no suelo dar indicios , suelo ir a paso firme, y luego echarme si es preciso.

Son por eso las caídas y lo morado de mis manos…todavía quedan heridas, pero ya se irán sanando.

Solamente son segundos, quizás minutos no tan largos, ten paciencia que soy terca y escurridiza como un gato.

Me bajaré de mis tacones, descansaré de mis zapatos.
Y si ya planeas quedarte, no hay problema te hago espacio. Limpiaré muy bien mi armario, barreré todo el pasado.
Tal vez quede algún recuerdo, pero ya se irá esfumando.

Si por momentos yo me alejo, dame un apretón de manos, será esa nuestra clave para quedarme ahí a tu lado.

Ponte unos zapatos cómodos, que mi paso es arriesgado, no me importan si son viejos, mientras vayas a mi lado.

Bajaré de mis tacones, porque sé que no has llegado. Es que estoy algo cansada, de pisar sobre pisado.

Ya no quiero estar arriba, y mis tacones son muy taltos...
Cuando llegues grita fuerte, grita que te estoy llamando.

Mientras voy a hacerte espacio, un lugar en el armario.

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Antítesis...

Siendo como soy, así quiero que me esperes. Quizás llegue tarde como siempre, pero nunca dudes de si iré o no... Soy aquella que busca un dí...